Ese es el quiz de la cuestión. Estar estupenda/o con el paso de los años, estar estupenda/o a cualquier edad, pero con gusto. El mejor resultado de cualquier técnica aplicada en nuestra cara o cuerpo, es aquel que busca la armonía, el equilibrio y la naturalidad. Aquel que nadie sabe lo que te has hecho pero sabe que algo te has hecho. Sin perder nuestra identidad. Sin caer en el esperpento.
¿Qué hay que hacer entonces para suavizar el paso del tiempo en nosotros? O mejor, qué hacer cuando quieres quitarte arrugas, rellenar surcos, o marcar pómulos o labios y no acabar con una cara asustada o de muñeca pepona o con labios de chorizo de cantinpalo?
Primero: Ponerse en manos de buenos profesionales que acompañen una buena técnica con el buen gusto, buscando la armonía en los resultados. Además un profesional que aconseje SÓLO lo que te hace falta, para conseguir esos resultados, utilizando materiales de primera calidad.
Segundo: Que el paciente se deje aconsejar. Cuando una persona llega a gustos exagerados, está desvirtuando el concepto de belleza. Cuando ves a personas con unos labios o pómulos excesivos, o con una cara sin arrugas pero inexpresiva lo primero que piensas es: "¿Quién le ha hecho eso?". En consulta nos encontramos con casos en los que después de realizarse un relleno de labios o pómulos, la paciente se encuentra tan bien que piensa. ”Si estoy tan estupenda con este resultado, si me pongo un poco más voy a estar todavía mejor” --> ERROR. Porque en algunos casos, luego son muchos poquitos más.
La belleza está en todas las edades, sólo hay que aportar un par de cosas. Solo hay que saber recuperarla, cuando se va perdiendo con el paso de los años o resaltarla con gusto, en caso de personas más jóvenes, en los que la edad todavía no se empieza a notar.
Esto sería la receta de mi gran coctel de belleza.
Si queremos beneficiarnos de los técnicas y materiales que la investigación pone a nuestro alcance, rodearnos de buenos profesionales, dejarnos aconsejar, buscar la naturalidad y armonía en todos los resultados, y saber que cada edad aporta una belleza distinta y que el paso del tiempo lo hagamos sin perder nuestra identidad. Recodar embellecer no es desvirtuar la belleza. La belleza se desvirtúa cuando el profesional no para a tiempo y la paciente no se deja aconsejar.
Beauty consejos:
Si el profesional ha pautado varios tratamientos, hacer los cambios poco a poco. Y si no estás segura de cómo te va a quedar, recordar siempre “Menos es más”.
Huir de precios por debajo de los que marca el mercado. Un buen profesional utiliza materiales de calidad. Al final lo pagarás más caro, los resultados no tendrán ni el efecto ni la duración deseada.
