domingo, 8 de octubre de 2017

Tengo manchas en la piel, ¿qué hago?

Para cerrar este artículo no hay más remedio que ocuparnos de las  manchas, un factor que nos preocupa y que según investigaciones   daña   al 80% de las mujeres de  todas las edades,   que están  afectadas al menos,  por algún tipo de ellas.

Una piel manchada se aleja del canon de piel ideal y no sólo eso sino que influye negativamente en la edad que aparentamos.
Resultado de imagen de la piel en otoño

Sabemos que el color natural de la piel se debe a la producción de una sustancia pigmentaria  llamada melanina, que es producida por los melanocitos. La pigmentación es el mecanismo  de defensa que tiene la piel para hacer frente a las radiaciones ultravioleta,  además de dar color  al cabello y a los ojos.

Hay una serie de factores  que influyen negativamente  en el buen funcionamiento de estas células, que las altera produciendo  hiperpigmentaciones   que pueden transformarse en manchas.

¿Por qué aparecen? Tipos de manchas

Hay manchas que aparecen desde el nacimiento o en la infancia como son  los nevus o lunares.
Otros que aparecen  por los efectos de la luz ultravioleta  y  por el envejecimiento de la piel,   son los llamados léntigos solares o manchas de la edad.  Suelen aparecer en frente, escote, manos, brazos, hombros y espalda.
Otros aparecen,  dependiendo del fototipo de piel (III y IV), de  factores hormonales como  los melasmas  o paño de embarazada (cloasmas). Suelen  distribuirse en  frente, mejillas, labio superior y  mentón.

Otros por la fotosensibilidad,  producidos por la ingesta de determinados medicamentos como  anticonceptivos,  entre otros., por el uso de perfumes fuertes e incluso  por la exposición solar   sin protección de una zona determinada, después de la realización de  algún tratamiento que altere la epidermis momentáneamente, como la depilación del vello con láser o con ceras. 

Beauty consejo.

Debido a que  cada mancha tiene un origen diferente, también puede afectar a la piel a distintas profundidades, tanto en dermis como en epidermis, siendo muy importante adecuar bien un diagnóstico, para determinar el tratamiento más  efectivo para cada caso. Para este fin, una de las herramientas que más se utiliza es la luz de Wood, es una lámpara de luz negra o ultravioleta, que ayuda a determinar la profundidad de la mancha.

Dentro de los tratamientos para manchas  encontramos:  

PEELINGS   MÉDICOS
Producen una renovación celular acelerada de las capas de la piel,  con fines tan diversos como limpieza, nutrición, hidratación, astrigencia, disminución de los efectos del envejecimiento, acción antiseborréica  y  despigmentante.   
Sus componentes  consiguen  un  rejuvenecimiento facial; iluminan los rostros apagados, renueva la piel fotoenvejecida,  suavizan  las arrugas y líneas de expresión, cierra los poros abiertos, atenúa  o  elimina manchas y   marcas de acné. 
El peeling químico se considera una buena opción, poco invasiva (peelings superficiales y medios),  que ayudan a mantener la piel cosméticamente sana. Estimula la formación de colágeno y elastina. Son tratamientos  ambulatorios, perfectos para cualquier tipo de piel,  realizándose  en  las zonas más expuestas al sol. 
El número de sesiones  dependerá de las necesidades de cada piel. El intervalo entre ellas será entre 3 semanas /mes.  Normalmente se vienen efectuando 4/5 sesiones.

LUZ PULSADA O IPL

El tratamiento con IPL o luz pulsada intensa,  es un tratamiento que   trata entre muchos casos, las pieles fotoenvejecidas  y aquellas afectadas por hiperpigmentaciones,  léntigos  solares y seniles.  Recupera la pérdida de elasticidad  e hidratación de la piel,  ya que aumenta la producción de colágeno y elastina, mostrando una piel más joven y sana.  Presenta muchas ventajas por ser un tratamiento  poco  agresivo y ambulatorio. Pueden tratarse en cualquier parte del cuerpo pero sobre todo las zonas más expuestas al sol.
Suelen ser suficientes 4/5 sesiones, en sesiones de 20 minutos  aproximadamente dependiendo de la zona/ cada 3 semanas aproximadamente.
Para finalizar, el  otoño suele ser una buena época para recomendar  tratamientos que hidraten la piel en profundidad, y   que introduzcan  debajo de su superficie  aminoácidos, antioxidantes, vitaminas y minerales.  Aunque los tratamientos  que he explicado anteriormente lo consigan ampliamente, hay personas que pueden tener una buena alternativa con este tratamiento, si no se plantean tratamientos para las manchas en esta época.
Estos procedimientos puede ser aplicados con mesoterapia tradicional, mesoterapia virtual, dermapen entre otros.

Beauty consejos

Utilizar siempre  protectores solares adecuados a cada época del año, e introducirlos en nuestra rutina de belleza como algo básico y natural.

Los dermatólogos aconsejan utilizar protectores solares que incorporen sustancias reparadoras de los daños  producidos por el sol en el ADN celular. La vitamina C es un activo esencial para aportar luminosidad y combatir los efectos del fotoenvejecimiento y las manchas.

Pasarlo bien, ser felices, y proteger vuestra piel.

domingo, 1 de octubre de 2017

PIEL EN OTOÑO

Por mucho que hayamos cuidado la piel en verano,  esta  siempre se resiente en mayor o menor  medida,  de la exposición solar  y  del calor  de la temporada estival.
 Además de los efectos que la radiación solar produce en nuestra piel, (y que ya os  explique en mi primer artículo),  tenemos que unir varios factores más: el contacto de la piel con el cloro y la sal. Esto afecta al manto hidrolipídico , que  es la  crema natural que forma la piel a través de la secreción sudoral (agua) y la secreción sebácea (grasa),  que la  protege y  la mantiene  hidratada, elástica y a salvo de infecciones. Y por  otra parte el calor,  que  provoca la deshidratación de la piel por la evaporación del agua.

Consejos piel otoño 

Si  todo esto lo unimos   al final  tenemos un  montón de factores por los que la piel en esta época de otoño se muestra con una textura diferente,  mostrándose reseca, descamada e incluso algo tirante, quedando más a la vista las líneas de expresión, poros visibles, flacidez,  sin olvidar la presencia de manchas y despigmentaciones.
Es,  en este preciso momento,  cuando hay que empezar a combatirlos, aportando a la piel de forma externa los elementos necesarios para mantenerla tersa e hidratada y recuperar  la elasticidad  y la apariencia jugosa que ha perdido.

En casa:

Además de continuar con vuestra rutina de limpieza diaria, (mañana y noche), sería conveniente exfoliar la piel, tanto del rostro  como del cuerpo, ayudando  así  a retirar  las células muertas de la capa córnea,  que  en esta época del año, se ha visto aumentado doblemente, no sólo  por el proceso natural de regeneración de la propia piel  a lo largo de 28 días  sino  también,     al espesor especial que adquiere   en estas fechas, para proteger a la piel de las radiaciones solares. Esto   suavizará ese grado o grosor  de piel notablemente.

Esta sencilla rutina,  permitirá no sólo retirar este exceso de piel muerta sino la suciedad que se ha podido acumular por las cremas y aceites que hemos ido utilizando  en verano, y que además, han podido taponar la salida natural de los poros de la piel, causando en ocasiones erupciones o alergias. El  efecto de la exfoliación hará que la piel se suavice, muestre más luminosidad,  penetren mejor los cosméticos y  respire mejor.

Hay muchas personas, que evitan la exfoliación  por    tratar de mantener el bronceado lo máximo posible. Esto es un mito. De hecho observáis en esta época que la piel luce apagada y reseca. . El bronceado o  la coloración de la piel, no se encuentra  en las capas  más superficiales (capa córnea). Los melanocitos, que son las células que producen el  pigmento y por consiguiente la coloración de la piel,  se encuentra  en la  capa más profunda de  la epidermis (capa basal), a la que no llegamos con exfoliantes cosméticos .

Después de la exfoliación aplicar una buena crema hidratante en cutis entre 20 y 30 años. En pieles  a partir de los 30, recomendaría aplicar  serum con una buena carga de ácido hialurónico, una vez al día y en pieles a partir de los 40, mañana y noche. Y nunca nunca  dejar aparcado el protector solar hasta el siguiente verano, sino que tenemos que incorporarlo siempre en nuestra rutina de cuidados en cualquier época del año, adaptándolo al tipo de piel y la intensidad del sol según la estación del año.
Y como no sólo influyen los factores externos en nuestra piel, también  sería conveniente  hacer una dieta equilibrada, que  tendrá un efecto  interno  en  nuestro organismo y por consiguiente  en nuestra piel.

Estudios y publicaciones  sobre nutrición y  anti-aging, desvelan los beneficios que  aportan algunos alimentos a la piel.
La piel necesita aporte de vitaminas a diario (vit. A, C, E), que la ayudan a defenderse de los agentes ambientales, como el sol, viento, contaminación,   causantes de la aparición de los radicales libres,   lo que produce   arrugas.

Vitamina A - Luchan contra la radiación ultravioleta. Presente en los carotenos procedentes de frutas, verduras y hortalizas  que tienen mucho color.
Vitamina C - Potente antioxidante que mejora la elasticidad de la piel  e importante para la síntesis de colágeno, que mejora la densidad de la piel y combate los efectos de los radicales libres (kiwi, fresas, piña o cítricos)
Vitamina E - Combate los radicales libres. Se encuentran sobre todo en los frutos secos.
Omega 3 - Tienen una gran capacidad regeneradora de la piel y son fundamentales para mantener su elasticidad.  Salmón, pescados azules y nueces.
Proteínas - Muy importantes para mantener el tono muscular y dar una buena sujeción a la piel. La falta de estas  genera flacidez.
Por supuesto sin olvidar la ingesta de agua entre 1,5 y 2 al día.

Y recordar, donde no llegan nuestros cosméticos, llegan los cuidados estéticos, que estoy deseando explicaros en mi próximo artículo. Hasta entonces, ser felices, embelleceros y disfrutar con el cuidado de vuestra piel.

Como veréis este Otoño viene cargado de muchos Beautyconsejos, que os hará ser más bellas de lo que ya sois.



Hasta pronto