Lifting sin cirugía con hilos tensores

Piel flácida, falta de turgencia y pérdida de volumen en la piel, rasgos faciales menos definidos en pómulos y mandíbula, flacidez en el cuello… Si aprecias alguno de estos rasgos, es que estás sintiendo los efectos del paso del tiempo en tu piel. Uno de los tratamientos más vanguardistas para tratar el problema de la flacidez son los hilos tensores de PDO, que realizan un lifting sin cirugía, obteniendo muchos de los resultados de un lifting, sin pasar por quirófano.

Los hilos tensores de PDO (Polidioxanona), son bio-compatibles y reabsorbibles, no produciendo ninguna reacción adversa en el organismo. Tratan el envejecimiento profundo de la piel, siendo muy efectivos en casos de flacidez, ya que por una parte, tienen un efecto biológico que favorece la estimulación natural de colágeno*, recuperando la turgencia, el volumen, la luminosidad y la elasticidad en la piel. Por otra parte, el efecto mecánico de estiramiento, que produce el propio hilo, que redefine los contornos faciales y recupera el conocido efecto en V característico de los rostros más jóvenes, que por efecto de la gravedad se va perdiendo. Todo esto sin puntos ni cicatrices. 

 

 

Para mayor comodidad del paciente, se aplican unos puntos de anestesia local o tópica, en la zona de entrada y se salida del hilo. Los hilos se introducen con cánulas muy finas con punta redondeada, para que el tratamiento sea menos invasivo, reduciéndose el riesgo de hematoma, haciendo que el paciente pueda incorporarse inmediatamente a su vida social, a excepción de los hilos más gruesos, que aguantan zonas de más tensión, que necesitarán varios días de recuperación.

El tratamiento se realiza en una sola sesión, de unos treinta minutos de duración. Los resultados son inmediatos y duraderos hasta los 18 meses. 

 

 

 


Curiosidades

* La estimulación de colágeno, no es debida a que los hilos contengan colágeno y al ser puestos en la piel lo deposite en ella. Sino que cuando el hilo es introducido y pasa a través de la piel, marca un camino formando una pequeña herida en todo el trayecto. El cuerpo para reparar dicha herida, produce colágeno de la misma forma que lo hace cuando repara una herida producida en la parte visible de la piel.



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