Lo anunciamos el otro día en nuestro Instagram (enlace a cuenta), quedan
100 días para que llegue el deseado verano. Deseado pero a la vez temido por
muchas personas que no se sienten a gusto con su cuerpo. Estas fechas son las
mejores para realizar una cirugía estética o ciertos tratamientos de medicina
estética. Preparamos el cuerpo para el verano.
Con la cirugía plástica intentamos resolver esos complejos o formas
corporales no deseadas de forma más rápida y efectiva que con otros métodos.
Aumentar o elevar el pecho, reducir el volumen de ciertas zonas, mejorar la
zona del abdomen, eliminar o tratar la piel de naranja…
Aún así, no deberíamos dejar de lado el ejercicio físico. Combinar
cirugía estética con deporte es la mejor estrategia para mejorar
considerablemente el resultado de las intervenciones. Además del factor salud,
que es verdaderamente importante.
Deberías tener en cuenta la realización de ejercicio físico antes y
después de una intervención de cirugía estética. Si no has hecho deporte nunca,
no empieces de forma agresiva y queriendo hacer las mismas rutinas que una
persona acostumbrada al deporte.
Busca un entrenador o pregunta en tu gimnasio por un programa deportivo
que te ayude a mejorar el tono muscular. De esta forma evitaremos la flacidez,
dolores y mejoraremos la flexibilidad.
ANTES DE LA INTERVENCIÓN
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Potenciarás el tono muscular, el sistema
circulatorio y linfático. Esto te ayudará a que la regeneración de estructuras
y tejidos sea más rápida y que haya menor atrofia muscular.
DESPUÉS DE LA INTERVENCIÓN
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Una vez el doctor te diga que la recuperación de la
intervención es total, que ya puedes volver a realizar tu vida normal, te
proponemos seguir con ese ejercicio.
Lo mejor es marcarte un objetivo, empieza por
objetivos pequeños. Correr – andar – correr, durante media hora. Ser capaces de
hacer tantas flexiones, sentadillas. 5km en bici… Objetivos reales.
Conseguir integrar este nuevo hábito en tu rutina
diaria. El cuerpo tonificado y atractivo que
todos deseamos es una consecuencia de ese hábito. Se alcanzará tarde o temprano
si se integra en la vida el hábito de entrenar, alimentarse bien y llevar una
vida ordenada.
De nada sirve
realizarte una intervención si no tienes en cuenta la alimentación y alejarse
de una vida sedentaria.